La falta de respuesta de la obra social genera impotencia en los afiliados y sus familiares que se sienten virtualmente abandonados. Mabel Cáceres tiene a su esposo Rubén Galeano internado en el Hospital Samic, ambos son afiliados del IPS. Rubén es un enfermo de riesgo, hipertenso, tiene el corazón grande lo que le provoca una deficiencia cardíaca y espera ser trasladado urgente a Alem o Posadas ya que su delicado estado de salud requiere de atención médica especializada y en la ciudad ningún cardiólogo trabaja con IPS. “Lamentablemente seguimos en el Samic, hoy me dice el médico que mi marido no puede permanecer internado porque corre el riesgo de contraer una infección intrahospitalaria y que lo único que nos queda es llevarlo a casa y desde ahí tramitar su traslado urgente. Me siento totalmente defraudada por la obra social”, dijo la mujer.
Por su parte, el docente José Luis Da Silva, que tienen un problema en la rodilla y debe realizarse una resonancia magnética, pero la práctica no es autorizada por el IPS. “Estoy indignado porque desde el lunes estoy con este tema. El traumatólogo me dice que hay que hace una resonancia para saber si es menisco o ligamentos cruzados. Le pedí que me de algo para el dolor y me dice que no me puede medicar porque no sabe lo que es, así que lo único que me puedo poner es hielo”. En Federación de Clínicas el pedido es autorizado y sellado por el médico, “cuando voy al Instituto a realizarme el estudio me dicen que el IPS rechaza la práctica, no me pueden dar el turno porque siguen reclamando autorización. No hay con quien comunicarse porque es un sistema informático y no hay nadie que te atienda o se haga responsable de la situación. Para que nos descuentan tanto, ninguna obra social del país te descuenta tanto y para colmo note da nada, sentenció.