Un grupo de anestesistas que trabajan en dos clínicas de la ciudad de Oberá, desde el 7 de septiembre pasado se niegan a atender disconformes con los aranceles fijados por la obra social Pami. La Clínica Epson y el Sanatorio Derna se ven afectadas directamente por esta situación que no les permite realizar intervenciones quirúrgicas. “Este conflicto lo arrastramos hace más de un año. Es un reclamo que le hicimos la Asociación de Anestesistas, que se fue agravando. Creemos que es un reclamo justo, defendemos nuestros derechos, cuando hay una intervención tenemos que derivar a los pacientes a otros lados. Los enviamos a otras clínicas, al sector público también. Hicimos el reclamo ante distintas entidades, también comenzamos la vía judicial para que se reestablezcan las prestaciones”, dijo Fernando Mercado, representante de Epson.