Un centenar de socios autoconvocados de la Cooperativa Eléctrica Limitada Oberá (CELO) marcharon para reclamar agua. La bronca, impotencia y falta de respuestas de la prestataria del servicio impulsó a los vecinos a salir a las calles, cansados de soportar temperaturas superiores a los 30 grados sin una gota de agua. El obispo Damián Bitar, el ex síndico Guillermo Monge,y vecinos de distintos barrios partciparon del reclamo.
“Vine porque en mi casa no teneos agua, a noche a las 23 vino un hilito que apenas llegaba, estoy podrido de abrir la canilla y que no salga agua. La factura del servicio a fin de mes viene como siempre, me cobran todo pero siempre hay un problema o está roto el acueducto, o se rompió la bomba o hay un problema en la planta de bombeo. Estoy muy cansado de las excusas”, comentó Migue Ángel uno de los manifestantes. El problema en la ciudad no es nuevo pero se profundiza año tras año. “Vengo a reclamar por el agua nunca pensé que una cuidad que vive rodeada de saltos, cascadas ya arroyos iba a sufrir este problema. Necesitamos soluciones ya, ahora, las explicaciones y excusas no nos sirven. Estamos pagando por un servicio que no tenemos”, dijo enojada Norma de Barrio Norte.
Marcha por agua: los socios de la CELO se hicieron oir
