Arno Storkman médico veterinario consultado por el caso se refirió a la muerte de ovejas. “Estamos llegando a una conclusión que hoy por hoy es la más lógica para no alarmar a la población con algo que no sabemos si existe. El sábado estuvimos recorriendo el campo viendo las ovejas muertas, observamos siete ovejas muertas, tres murieron hacía cinco días y las demás hacía ya tres días, otras dos estaban lastimadas. Estaban en avanzado estado de descomposición pero al ver el cadáver y las fotos que tenía el dueño de la chacra, se podía establecer bien el lugar del ataque del animal que era en la parte del cuello a nivel de la parte que incluye la arteria carótida y la vena yugular. Era un golpe certero donde le faltaba esa parte y lo que llamaba la atención era que no había presencia de sangre, las ovejas tenían un poco manchada la lana pero no habían rastros de que se desangraron o que tenía sangre en otra parte del cuerpo, no se observaban golpes o traumatismos, solo un caso de una oveja con un fuerte golpe en la paleta antes de morir. No vamos a descartar nada hasta no tener la confirmación de lo que pasó», dijo.
» Los peritos llevaron muestras de material para analizar, en el tejido se podía ver la circunferencia de los colmillos que pudieron achicarse o agrandarse por los días que pasaron. Las ovejas estaban siendo encerradas a la noche. Lo más fácil de imaginar es que sea un felino el que ataque, son altas las posibilidades de que sea así, más teniendo en cuenta que la chacra está rodeada de monte y cerca de una reserva. Como los ataques ocurrieron cuando llovía las huellas se borraron, el dueño sacó fotos de la pata de un ave grande y de unas patitas de 5 a 7 centímetros de diámetro que pueden ser tranquilamente de un felino pero como no hay confirmación del laboratorio y el peón no vio ni escuchó nada, esto se presta al imaginario popular de que se pueda tratar de un chupa cabras. No vamos a descartar nada, todo es posible sin tener confirmaciones», afirmó.