El pasado 2 de julio el Concejo Deliberante obereño aprobó una ordenanza para reglamentar el remate o destrucción de los vehículos que se hallan en resguardo del corralón municipal. Dicha iniciativa tomó cuerpo tras varios robos ocurridos en los últimos meses en dicho predio y a la gran cantidad de unidades alojadas allí. La norma también contempla la destrucción de los rodados, en calidad de chatarra y por lotes, previo compactado para evitar que puedan volver a ingresar al circuito como vehículos. “La municipalidad adquirió una camioneta doble cabina para principalmente transportar a los inspectores a realizar los controles y los vehículos que quepan a de la carrocería para llevarlo al corralón municipal”, dijo Carlos Gross, director de Inspección General. Para llegar a la instancia del remate deberán transcurrir al menos seis meses de las correspondientes notificaciones a los propietarios. “Ya terminamos el trabajo de campo, detectamos 155 motos y 19 autos demorados hasta el 31 de diciembre de 2012 que estarían en condiciones de ir a remate y también tenemos 110 motos retenidas este año y cerca de 20 autos detenidos pero que no entrar en el remate”, explicó el funcionario.