Rubén Schming, el único detenido por el asesinato de María Elena “Marilyn” Bárbaro, fue liberado ayer tras casi siete años de reclusión. De esta manera recuperaron la libertad los cinco jóvenes que alguna vez estuvieron detenidos por el homicidio, ocurrido el 17 de abril del 2004.
A pesar del tiempo transcurrido, no hubo condenados y el crimen sigue impune. Schnimg fue beneficiado con la excarcelación bajo caución juratoria ordenada por la jueza Marta Arrúa, subrogante del Juzgado de Instrucción Uno de Oberá, donde se sustancia la causa.
Schming fue notificado e inmediatamente quedó en libertad, aunque sigue ligado a la causa e irá a juicio oral. Fue el único de los cinco procesados que reconoció su participación como campana en la fatídica noche del 17 de abril del 2004, cuando él o los asesinos mataron y enterraron en su propia casa a Marilyn, quien padecía una discapacidad física.